La “super” Secretaría de Bonilla

Estrategia$
Jueves, 29 de Agosto de 2019

El lunes de esta semana, en una entrevista que le hicieron a Mario Escobedo Carignan, persona propuesta para ocupar el cargo de Secretario de Desarrollo Económico en la administración de Jaime Bonilla Valdez y hermano del actual titular de la Secretaría de Turismo, se refirió a los cambios que piensan aplicar a la estructura organizacional del Gobierno del Estado. En particular, habló de la dependencia que estará a su cargo, misma que pasará a denominarse “Secretaría de Economía Sustentable y Turismo”.

Además de la permuta de nombre, la idea es fusionar cuatro dependencias. Sin lugar a duda, esta acción dará luz a una “super” Secretaría. Una en la que quedarán agrupadas las funciones que corresponden a las de desarrollo económico, pesca y acuacultura, turismo y protección al ambiente.

El ajuste prevé también integrar la Oficialia Mayor a la Secretaría de Planeación y Finanzas y reintegrar al Ejecutivo estatal todo lo concerniente al manejo del Transporte Público, mismo que actualmente es responsabilidad de los municipios.

Escobedo Carignan aclaró que están trabajando con miembros del Congreso para que se modifique la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado antes de que tomen posesión el próximo 1 de noviembre, lo que hace suponer que dicho proceso será tipo “fast track”. La experiencia en materia de dispensa de trámite por parte de la recién estrenada XXIII Legislatura no es positiva. Aún persiste el “mal sabor de boca” por la reforma al artículo 27 de la Ley Orgánica del Congreso, para permitir que un solo grupo parlamentario presida al mismo tiempo la Mesa Directiva y la Junta de Coordinación Política. Asimismo, por la aprobación de realizar una consulta pública vinculante con el fin de establecer si los ciudadanos estamos de acuerdo en que se amplié el periodo de mandato de la próxima administración estatal.

El próximo Secretario de Economía comentó que desean iniciar labores bajo la nueva estructura. Pero ello no será posible, pues el presupuesto de egresos es por todo el año y sería más que complicado modificarlo en base a un nuevo organigrama.  En todo caso, podrán hacerlo a partir del próximo año.

Soy de los promotores para que se reduzca el tamaño de la burocracia en el estado y municipios. Con ello, permitir hacer más eficiente el gasto y reducir la tramitología. En general, aplicar una reingeniería para disponer no sólo de mayores recursos orientados a atender las necesidades de infraestructura y servicios públicos, sino modernizar y mejorar la atención al público. Mi experiencia indica que un cambio de esta naturaleza exige el respaldo de diversos estudios para evitar así, caer en una situación dónde resulte “peor el remedio que la enfermedad”.

La estructura organizacional del gobierno no debe ni puede estar sujeta al capricho de quien gobierna. Las instituciones requieren estar debidamente fundamentadas en lo que respecta a sus atribuciones, funciones y obligaciones. En especial, para evitar la concentración de jurisdicciones en una sóla cabeza que implique conflicto de interés, pues ello abre la puerta a la corrupción que tanto daña a nuestro país.

La propuesta de agrupar cuatro dependencias en una sola debe tomarse con reservas, en tanto no se den a conocer los estudios respectivos y la opinión de quienes tienen experiencia en la materia. Hay que tener presente que no sólo está de por medio la operatividad gubernamental, sino que habrán de incurrirse costos que deben conocerse anticipadamente. Más, cuando las finanzas estatales están en un estado lamentable. De aquí que sea natural demandar absoluta transparencia con las deliberaciones necesarias en aras del interés público.

Es cierto que la actividad económica estatal puede impulsarse mejor con políticas públicas especialmente diseñadas y enfocadas a ello, pero también que no es condición sine qua non aglutinar la función pública en una sola dependencia para lograrlo.

Entiendo la urgencia del gobierno de Bonilla por realizar cambios que se noten. Más. cuando su periodo de mandato será únicamente de dos años. Esta condicionante reclama cautela, pues el tiempo para enmendar errores será corto. Como bien dice el dicho popular “no por mucho madrugar amanece más temprano”, lo que significa no apresurar decisiones. Creo que todos quedaríamos satisfechos si el gobierno entrante logra heredar finanzas equilibradas y un aparato operativo eficaz y eficiente. ¿Será mucho pedir?