De la estafa maestra al robo del siglo

La Voz de la Frontera
Martes, 18 de Septiembre de 2018

Cuando pensábamos que el saqueo que han hecho los políticos de nuestro país no podía arrojar más sorpresas, durante el programa #AristeguiEnVivo del pasado 13 de septiembre, el senador por Morena Alejandro Armenta informa que la denominada “Estafa Maestra” es sólo el hilo de lo que ellos llaman el “Robo del Siglo”. De comprobarse, estaríamos ante el desfalco más grande de la historia de México.

Acusa que dicha sustracción ha sido perpetrada durante la administración de Enrique Peña Nieto, aunque el mecanismo utilizado viene desde los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón.

Como se recordará, la “Estafa Maestra” es el nombre que asignó un medio periodístico para referirse a la investigación de desvío de fondos públicos mediante contratos ilegales por un monto de 7.7 mil millones de pesos durante los ejercicios 2013 y 2014. Los recursos fueron entregados a 186 empresas, de las cuales 128 no contaban con la infraestructura ni la personalidad jurídica para proporcionar los servicios para los que fueron contratadas o de plano no existen.

Las dependencias involucradas son la Secretaría de Desarrollo Social con Rosario Robles como titular; el Banco Nacional de Obras con Alfredo del Mazo al frente y Petróleos Mexicanos, en la gestión de Emilio Lozoya. La indagación indica que 3.4 mil millones de pesos se entregaron a empresas fantasmas, mil millones de comisiones fueron a Universidades y el resto para contratar servicios, en cuyos casos no existe comprobación documental.

Armenta añadió que de acuerdo con información en poder de Morena, lo anterior es sólo una parte del “Robo del Siglo”, mismo que se estima asciende a 2.4 billones de pesos durante el período 2013 a 2017.

Explicó que desde hace 10 años por lo menos se han creado cerca de 2,300 fideicomisos, de los cuales 350 concentran el 80% de los ingresos extraordinarios que recibe la Federación. Estos recursos se han ejercido de manera discrecional, sin ninguna fiscalización, rendición de cuentas o transparencia, pues al no estar contemplados en la Ley de Ingresos, no han sido etiquetados en el Presupuesto de Egresos correspondiente. De aquí que no se tenga información sobre su uso.

Escandaloso es lo menos que puede decirse sobre el uso libre de esos recursos. Significaron el 50% de todo el Presupuesto de Egresos en 2017 (4.8 mil millones). Y representan 480 mil millones de pesos en promedio anual, cifra que permitiría casi duplicar el gasto para inversión en dicho año (558.6 mil millones).

Llama la atención el silencio de los medios de comunicación ante esta revelación que sintetiza la corrupción en el sexenio de EPN. Rebasa por mucho los escándalos de la cancelación del tren rápido México-Querétaro con la empresa China Railway, el tema de la “casa blanca”, Odebrecht y Javier Duarte, por mencionar algunos.

Independientemente del curso que tomen las investigaciones al respecto, obliga al Congreso de la Unión a replantear la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos para 2019. Así, tendrá que poner candados para evitar se sigan canalizando recursos extraordinarios a fideicomisos sin control alguno.

En mi opinión, la magnitud de la estafa obliga al próximo gobierno a reconsiderar su plan de amnistía contra los corruptos. Así, no sólo deberá respetar los fallos de los poderes Legislativo y Judicial al respecto, sino exhortarlos a cumplir con el slogan que invoca: “Al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie”.