¿Meade al Banco de México?
Monitor Económico de Baja California
Martes, 17 de Julio de 2018
Hace unos días, durante una entrevista que le hizo Carlos Loret de Mola para Despierta al futuro Secretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa Macías, éste señaló que no planean ratificar al subgobernador del Banco de México, Manuel Ramos Francia, cuyo periodo expira el próximo 31 de diciembre. Añadió que buscarán a una persona para sustituirlo con un perfil técnico, que sepa mucho de política monetaria y “que sea muy conocido en los mercados internacionales”.
A raíz de esta declaración, empezó a circular la versión de que el sustituto bien podría ser el excandidato presidencial José Antonio Meade Kuribreña.
Inmediatamente quienes ven con buenos ojos dicha designación, señalaron que darle a Meade un asiento en la Junta de Gobierno del banco central, sería una señal positiva para los mercados financieros internacionales, pues sería indicativo de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no sólo respetaría la autonomía del Instituto, sino ratificaría la convicción de gobernar apegado a Derecho.
Este domingo, el tabasqueño contribuyó a elevar las expectativas al responder a pregunta expresa de si invitará a Meade a sumarse a su administración, que primero hablará con él y también con Ricardo Anaya Cortés, el ex abanderado del PAN a la Presidencia, para saber cuáles son sus planes, aunque aclaró no saber si los invitaría a participar con él.
Algunos dicen que la idea no es descabellada, pues “el peje” aceptó a muchos priistas y panistas en su equipo de trabajo. Por lo pronto, destacan las propuestas del ex líder del PAN, German Martinez Cázares, como titular del IMSS y Alfonso Durazo Montaño, ex priista y exsecretario particular del presidente Vicente Fox, quien estaría al frente de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Otros afirman que el ex secretario de Hacienda no consentiría un cargo de segunda mano cuando no hace mucho fue primera opción para dirigir la institución encargada de regular la banca. No obstante, muchos más refieren que el nombramiento de Meade sería un grave error. No pasan por alto que AMLO se refirió a él y Anaya como personajes al servicio de la “Mafia del Poder”.
Y lo más grave, exteriorizan que ambos están indiciados, con investigaciones en proceso en la Procuraduría General de República (PGR). Uno, por posible lavado de dinero y tráfico de influencias y el otro, por presunto encubrimiento en los casos Odebrecht y “la Estafa Maestra”. En tanto las denuncias no sean aclaradas o desechadas por improcedentes, darles cabida a cualquiera o ambos en un cargo público pondría al líder de Morena en condición de tener que romper su promesa repetida a lo largo de la campaña: “Al margen de la ley, nada; encima de la ley nadie”.
En lo personal comulgo con quienes consideran la idea solo eso, una idea. Y es que, si se ponen en una balanza las ventajas y desventajas de llamar a colaborar a quienes fueron contrincantes por la presidencia, ésta se va a inclinar a rechazarlos. Es cierto, pasado el tiempo todo cambia y lo que parece imposible, se vuelve factible. No podemos negar que el país necesita reconciliarse y del esfuerzo de todos para sacarlo adelante; sin embargo, a veces es necesario tener presente aquello que dice el refrán popular: “Juntos, pero no revueltos”.
Monitor Economico
Martes, 17 de Julio de 2018
Hace unos días, durante una entrevista que le hizo Carlos Loret de Mola para Despierta al futuro Secretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa Macías, éste señaló que no planean ratificar al subgobernador del Banco de México, Manuel Ramos Francia, cuyo periodo expira el próximo 31 de diciembre. Añadió que buscarán a una persona para sustituirlo con un perfil técnico, que sepa mucho de política monetaria y “que sea muy conocido en los mercados internacionales”.
A raíz de esta declaración, empezó a circular la versión de que el sustituto bien podría ser el excandidato presidencial José Antonio Meade Kuribreña.
Inmediatamente quienes ven con buenos ojos dicha designación, señalaron que darle a Meade un asiento en la Junta de Gobierno del banco central, sería una señal positiva para los mercados financieros internacionales, pues sería indicativo de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no sólo respetaría la autonomía del Instituto, sino ratificaría la convicción de gobernar apegado a Derecho.
Este domingo, el tabasqueño contribuyó a elevar las expectativas al responder a pregunta expresa de si invitará a Meade a sumarse a su administración, que primero hablará con él y también con Ricardo Anaya Cortés, el ex abanderado del PAN a la Presidencia, para saber cuáles son sus planes, aunque aclaró no saber si los invitaría a participar con él.
Algunos dicen que la idea no es descabellada, pues “el peje” aceptó a muchos priistas y panistas en su equipo de trabajo. Por lo pronto, destacan las propuestas del ex líder del PAN, German Martinez Cázares, como titular del IMSS y Alfonso Durazo Montaño, ex priista y exsecretario particular del presidente Vicente Fox, quien estaría al frente de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Otros afirman que el ex secretario de Hacienda no consentiría un cargo de segunda mano cuando no hace mucho fue primera opción para dirigir la institución encargada de regular la banca. No obstante, muchos más refieren que el nombramiento de Meade sería un grave error. No pasan por alto que AMLO se refirió a él y Anaya como personajes al servicio de la “Mafia del Poder”.
Y lo más grave, exteriorizan que ambos están indiciados, con investigaciones en proceso en la Procuraduría General de República (PGR). Uno, por posible lavado de dinero y tráfico de influencias y el otro, por presunto encubrimiento en los casos Odebrecht y “la Estafa Maestra”. En tanto las denuncias no sean aclaradas o desechadas por improcedentes, darles cabida a cualquiera o ambos en un cargo público pondría al líder de Morena en condición de tener que romper su promesa repetida a lo largo de la campaña: “Al margen de la ley, nada; encima de la ley nadie”.
En lo personal comulgo con quienes consideran la idea solo eso, una idea. Y es que, si se ponen en una balanza las ventajas y desventajas de llamar a colaborar a quienes fueron contrincantes por la presidencia, ésta se va a inclinar a rechazarlos. Es cierto, pasado el tiempo todo cambia y lo que parece imposible, se vuelve factible. No podemos negar que el país necesita reconciliarse y del esfuerzo de todos para sacarlo adelante; sin embargo, a veces es necesario tener presente aquello que dice el refrán popular: “Juntos, pero no revueltos”.
Monitor Economico